Es así como éste fue abriendo paso a una nueva era con respecto al tema automovilístico, pues su funcionalidad curiosa y creativa ha sido utilizada por gran variedad de marcas que hoy en día siguen usando aquella tecnología cuya visión de Karl Benz, se ha inmortalizado a través del tiempo como uno de los pioneros/genios en cuanto al ramo de ingeniería se refiere.
Entre los desarrolladores que han usado este motor se encuentran: Citroën, con sus modelos 2CV o bien los GS, Volkswagen quién los usó en los reconocidos Beetle, los Karmman Ghia y sus conocidos microbuses y transporter; Lancia los montó bajo el capó del Fluvia y del coupé y Alfa-Romeo en los 33, Alfasud, Esprint y en las primeras ediciones del 145.
Hoy en día este tipo de motor se sigue utilizando en ramas como es la aeronáutica y el automovilismo, sin embargo muchos desarrolladores encuentran algunos inconvenientes a la hora de implementarlos como lo son: principalmente su coste de fabricación, muy superior al de los motores en forma V o bien online. Un caso de muestra lo tenemos en la duplicidad de culatas, árboles de levas, cadenas de distribución, etcétera… Los motores Bóxer cuentan asimismo con mejorados materiales en los segmentos y la necesidad de usar mejores aceites para su lubricación.
Otra desventaja es que debemos tener en cuenta que sus recolectores de escape están en sentido opuesto al frecuente con lo que precisa cilindros de escape más largos a fin de que los gases de escape salgan de una manera adecuada.
En un motor 4L de 4 tiempos, cada cilindro crea un pulso para la expulsión en los gases de escape cada 720 grados de cigüeñal (cada 2 rotaciones del cigüeñal) y por su parte, debe efectuarse al tiempo un pulso de 360 grados para compensar la expulsión y el llenado de los tubos.
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